Control de la Ira para Padres

Si tu presión arterial se dispara cuando tu hijo se niega a cooperar, ¡no estás solo!¿Temes que tu ira se apodere de ti con demasiada frecuencia?¿Tal vez puedas verla reflejada en el rostro de tu hijo cuando intentas disciplinarlo?¿O tal vez un amigo, o incluso tu pareja, te ha dicho algo al respecto y ahora te preguntas qué diablos hacer para remediarlo?¡No estás solo!Pero estallar contra ellos nunca es la forma correcta de manejar las cosas.Ya sea porque has tenido un mal día en el...
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Si tu presión arterial se dispara cuando tu hijo se niega a cooperar, ¡no estás solo!¿Temes que tu ira se apodere de ti con demasiada frecuencia?¿Tal vez puedas verla reflejada en el rostro de tu hijo cuando intentas disciplinarlo?¿O tal vez un amigo, o incluso tu pareja, te ha dicho algo al respecto y ahora te preguntas qué diablos hacer para remediarlo?¡No estás solo!Pero estallar contra ellos nunca es la forma correcta de manejar las cosas.Ya sea porque has tenido un mal día en el trabajo - o porque tu hijo ha hecho algo catastrófico - enfadarte no resolverá nada.De hecho, lo empeorará aún más.¿Has experimentado esta situación alguna vez?Algo pequeño de alguna manera se va acumulando y se convierte en un enorme dolor de cabeza (y tal vez incluso algunas lágrimas) para ambos...¡No tiene por qué ser así!Es cierto que frustrarse forma parte de la naturaleza humana... y es cierto que los niños son niños.Sin embargo, es posible atravesar el caos de criar a un hijo sin dejarte llevar por la frustración.Sólo debes comprender mejor tus propias emociones y tu propia ira.Cuando puedas reconocer tus detonantes antes de que se presenten (y desarrollar las técnicas correctas para navegar a través de tus tormentas emocionales), esas explosiones de ira hacia tu hijo se volverán mucho menos frecuentes... y eventualmente desaparecerán por completo.