Diario de una Ruptura

¿Te imaginas a un niño pinchando un globo para que no se le escape volando? Seria absurdo. ¿Entonces por qué un adulto le corta las alas a otro para no perderlo? Ruptura, esa es la difícil razón que nos lleva a aferrarnos a las cosas de muy diversas formas. Lo que a veces nos convierte en aguja y a veces en globo a los ojos de los que mas queremos, en alas rotas. El problema es que intentando soltar muchas veces solo nos sale...
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¿Te imaginas a un niño pinchando un globo para que no se le escape volando?

Seria absurdo.

¿Entonces por qué un adulto le corta las alas a otro para no perderlo?

Ruptura, esa es la difícil razón que nos lleva a aferrarnos a las cosas de muy diversas formas. Lo que a veces nos convierte en aguja y a veces en globo a los ojos de los que mas queremos, en alas rotas. El problema es que intentando soltar muchas veces solo nos sale un ¿y ahora que? Entonces volvemos a repetir los errores y el sufrimiento que conllevan. Pues de eso va este poemario, de como quitarse la venda de los ojos y ponérsela en la herida, poco a poco. Asumiendo la intensidad emocional que hay en cada paso de la ruptura, utilizándola para empujarnos a continuar caminando. De modo que, prepárate para dar por todos los pasos, desde la primera decepción, hasta el ultimo batir de alas.

Así que, si te has caído, y te sientes perdida: tranquila, porque desde el suelo; es desde donde una se levanta.


Tenía un gran libro para una gran editorial:

Necesitaba que alguien creyera en mí, a la mierda, pensé. Y creí yo.