El Mensaje de la Verdad

Muchos no se dan cuenta de que la Biblia es en realidad "la historia de amor de Dios" escrita para la humanidad y que está llena de la gloriosa promesa de esperanza junto con un final ¡espectacularmente triunfal! Pero depende de cada uno de nosotros elegir esa esperanza y nuestro destino eterno, porque todos nacemos con un espíritu inmortal que vive para siempre; la única pregunta es dónde lo hará. Cada uno de nosotros tiene el libre albedrío para tomar una decisión, que determine si...
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Muchos no se dan cuenta de que la Biblia es en realidad "la historia de amor de Dios" escrita para la humanidad y que está llena de la gloriosa promesa de esperanza junto con un final ¡espectacularmente triunfal! Pero depende de cada uno de nosotros elegir esa esperanza y nuestro destino eterno, porque todos nacemos con un espíritu inmortal que vive para siempre; la única pregunta es dónde lo hará. Cada uno de nosotros tiene el libre albedrío para tomar una decisión, que determine si pasaremos la eternidad con Dios en el cielo o con Satanás y los ángeles que pecaron en el infierno.El Mensaje de la Verdad presenta las "buenas nuevas" de la Biblia (el mensaje del evangelio) de principio a fin, desde Génesis hasta Apocalipsis. También lo ayuda a comprender cómo llegamos aquí a este mundo caído de hoy, lleno de enfermedades, muerte, guerra, asesinatos y otros comportamientos pecaminosos que causan miseria a la raza humana - la humanidad ha caído en pecado al desobedecer a Dios.La Biblia nos dice que "Dios es amor" y que Él es santo y justo. Pero también leemos que Él es un Dios de justicia y que Él traerá todo pecado a juicio en el gran Día del Juicio venidero: "Cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con Sus poderosos ángeles en llama de fuego" (es decir, Él venga por segunda vez). Jesús vino a la Tierra por primera vez como un servidor humilde y sacrificado para salvarlo del pecado; cuando Él regrese, será en poder y gloria para juicio y para restaurar la creación a un estado de perfección - sin pecado, sufrimiento y muerte. Solo aquellos que se presenten ante Dios en ese gran Día, justos e irreprensibles (es decir, no culpables de pecado) recibirán la vida eterna con Dios en el cielo. Es solo a través de la fe en Cristo y la obediencia al evangelio que puede ser salvo para la vida eterna.