Ficcionario de la Brevedad

El cuento corto requiere de la astucia de las palabras que se encuentran unas a otras y no pueden ser las otras cientos de miles. Revelan las urdimbres misteriosas de la vida. Se necesita de mucha apetencia de misterio y de argucias literarias. Cuando un relato de no más de una página nos engrandece, la literatura llega a su máxima sublimación. Este libro lo logra relato tras relato. Gerardo, el creador del término Cuentinimio, hace de la brevedad pequeños universos. Nos transporta a...
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El cuento corto requiere de la astucia de las palabras que se encuentran unas a otras y no pueden ser las otras cientos de miles. Revelan las urdimbres misteriosas de la vida. Se necesita de mucha apetencia de misterio y de argucias literarias. Cuando un relato de no más de una página nos engrandece, la literatura llega a su máxima sublimación. Este libro lo logra relato tras relato. Gerardo, el creador del término Cuentinimio, hace de la brevedad pequeños universos. Nos transporta a cada uno y le pasará a usted, como a mí, que no querrá regresar. Pero debemos retornar a la actividad diaria y créame que buscará el momento suyo y de nadie más para volver a leer sus relatos tan breves como un aleteo de colibrí, pero de una perenne intensidad que deja la sensación de haber finalizado una gran novela. Su secreto es, algo muy difícil de lograr excepto por el poseedor de un don especial, contener en pocas palabras una historia con su principio, clímax y final inesperado. Como el autor expresa, es la infinita fugacidad. Fugazmente infinito, como sólo la brevedad puede crear no uno sino cientos de infinitos; pequeña porción de un saber emotivo reducido a pocas palabras. Así, se transmite de autor a lector, de lector a lector, de lector a futuros autores, generación tras generación, y es cuando surge el libro clásico. Lo será el que acunarán sus manos, muy pronto, por su "Contenido narrativo que en su brevedad redondea una historia que despierta las mayores emociones posibles, y una pasión por el arte de la síntesis". Logro del libro en sus manos y definición del Relato Corto o Cuentinimio de Gerardo Brauer.Tras la lectura de cada relato, me sumergí al cofre de mis recuerdos porque el autor me creó esa necesidad. Ahí he encontrado la continuidad de sus muy breves y redondeados cuentos, que se extenderán hasta el último día en la vida. Pocas líneas que equivalen a una continua y perene recordación nuestra, porque los grandes temas, en esas líneas, fueron reducidos a una historia corta que las funde con nuestra propia esencia. Ya no más interrogantes gracias a este hontanar narrativo que desde su abisal umbral emergen sus resonancias infinitas. Desde su lectura le doy razón a mis sentimientos sin más explicación que sólo sentir o razonar. El autor del libro vive y crea en celo, así lo diría Rilke, pero no exento de suspicacia o la vehemencia poética en la impronta del instante y la pasión. Sí, por haberme vuelto a la apetencia de misterios y a la iluminación del asombro gracias a la intensidad de su prosa, tan breve como el aleteo de un colibrí que nos deja su vibración para toda la vida. En vez de describir, nos expresa las cosas desde adentro, cómo crece el chorro y se extiende la fuente en la fluidez de su prosa. Y me recuerda a Huidobro, porque no me habla de la flor, sino la hace florecer con palabras, y Gerardo añade: "nos deja su aromático polen para florecer en nuestros más entrañables recuerdos".Christian Matthew Moontrow