Fragmentario

Hay una redención que se encuentra escondida en los recovecos de la oscuridad. A veces es impulsiva, otras siniestra. En ese suave rescate encontramos carcajadas sarcásticas, un roce con el morbo del deleite, pero no es placer, sino hastío. Se hace pasar por burlesca y cínica, pero es inevitablemente redención, porque el amor la envuelve, aunque es casi imposible esquivar algunas esquinas de las sombras cuando uno lee a Camacho, hay lobregueces que nos ahuyentan y nos invitan a la vez,...
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Hay una redención que se encuentra escondida en los recovecos de la oscuridad. A veces es impulsiva, otras siniestra. En ese suave rescate encontramos carcajadas sarcásticas, un roce con el morbo del deleite, pero no es placer, sino hastío. Se hace pasar por burlesca y cínica, pero es inevitablemente redención, porque el amor la envuelve, aunque es casi imposible esquivar algunas esquinas de las sombras cuando uno lee a Camacho, hay lobregueces que nos ahuyentan y nos invitan a la vez, el verso está matizado con ausencia y castigo, con ese dolor del abandono que se presta a consumado cansancio. Así es la poesía de Andrés Camacho.

La obra de Andrés Camacho es grande, densa, y no requiere mayor introducción que sí misma, porque su fuerza sale de la profundidad con que fue escrita. Ahora publica su poesía en forma personal y única, en su estilo vestido de negro, con Fragmentarios versos...