Fragmentos: Juanning People y ¿Me Conoces, Mascarita?

Talía, musa de la comedia, la música, el canto y la alegría, y Melpómene, musa de la tragedia, encabezan desde la Grecia helenística la representación gráfica del teatro en el mundo entero. En esta ocasión, el símbolo perfecto del arte de ocultarse para ser durante un rato lo que uno no es resulta la opción más adecuada para la portada.

Ambas historias nos hablan de lo que ocultamos bajo el filtro de la distancia, el tiempo, el disfraz... costumbre a la que todo el mundo se...
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Talía, musa de la comedia, la música, el canto y la alegría, y Melpómene, musa de la tragedia, encabezan desde la Grecia helenística la representación gráfica del teatro en el mundo entero. En esta ocasión, el símbolo perfecto del arte de ocultarse para ser durante un rato lo que uno no es resulta la opción más adecuada para la portada.

Ambas historias nos hablan de lo que ocultamos bajo el filtro de la distancia, el tiempo, el disfraz... costumbre a la que todo el mundo se afilia de algún modo por las razones que queramos poner en medio, haciendo uso, y en ocasiones abuso, de esa fina capa de barniz que nos recubre de civilización para poder vivir en comunidad. Formalismos, como el de ir vestidos o dar los buenos días, nos dan la tranquilidad de saber que, aunque vivamos rodeados de maldad, al menos se guardan las apariencias.

Al final del día, oculta entre las sombras, la duda de saber qué es lo que realmente ocultamos bajo nuestra máscara buscará la forma de asomar su difusa silueta y, del mismo modo que a los miedos inexplicables, la terminaremos desterrando de nuestra mente con tan solo agitar durante un segundo la cabeza.

Porque así es como somos. Un cúmulo de oscuridades ocultas bajo el velo cobarde de la normalidad.

Bienvenidos al quinto volumen de Crónicas ocultas del Puerto de La Luz.