Juguemos 10: la Libelula y Las 1000 Mariposas

Los sábados nos vamos a casa de los abuelos. Mis primos, tíos y tías, también vienen a visitarlos. Toda la familia se sienta frente a una larga mesa de madera en el patio de la casa para conversar, comer el asado y el arroz con leche que cocina la abuela. Después de almorzar, los más pequeños nos vamos al portal y nos sentamos en el suelo alrededor del sillón del abuelo para escuchar las historias de su vida de marinero. A veces nos parecen puras fantasías inventadas por él, pero...
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Los sábados nos vamos a casa de los abuelos. Mis primos, tíos y tías, también vienen a visitarlos. Toda la familia se sienta frente a una larga mesa de madera en el patio de la casa para conversar, comer el asado y el arroz con leche que cocina la abuela. Después de almorzar, los más pequeños nos vamos al portal y nos sentamos en el suelo alrededor del sillón del abuelo para escuchar las historias de su vida de marinero. A veces nos parecen puras fantasías inventadas por él, pero siempre lo escuchamos con atención y curiosidad porque son muy emocionantes.En una ocasión nos contó que había visitado una isla donde solo vivían animales y que un día el Sol no salió como todas las mañanas. Según nos dijo, fue la noche más larga de toda su vida y -aunque al día siguiente salió el Sol-, el bosque, los árboles, la hierba, las flores habían perdido sus colores. Ahora el paisaje era de color blanco.La historia de la libélula y las mil mariposas surgió en esa isla. En este libro les contaré la historia tal como la narró abuelo.