Las Muñecas de Lalith el Jardín de Las Almas Perdidas

Sheila Bedford Ferris es una joven de doce años, su padre Paul Bedford abusa de ella y trata de aislarla de la gente, siendo tan grande sus celos por su hija que la encierra en el ático de su casa, en donde él ingresa para demostrarle cuanto la ama. una navidad Paul y su esposa Stephanie Farris se van con unos amigos y prolongan su estancia mas días de los considerados. Sheila muere de frió y hambre, su padre la entierra en el jardín y se escapan del lugar dejando la casa. La vendedora...
More Description

Sheila Bedford Ferris es una joven de doce años, su padre Paul Bedford abusa de ella y trata de aislarla de la gente, siendo tan grande sus celos por su hija que la encierra en el ático de su casa, en donde él ingresa para demostrarle cuanto la ama. una navidad Paul y su esposa Stephanie Farris se van con unos amigos y prolongan su estancia mas días de los considerados. Sheila muere de frió y hambre, su padre la entierra en el jardín y se escapan del lugar dejando la casa. La vendedora Eloísa Mortera checa la casa en donde la niña se le aparece en el ático contándole su muerte en su soledad, y mostrandole quien ahora es ella, el Demonio de nombre Lalith que ha regresado para vengarse de sus padres matándolos, ahora hace un trato con la vendedora dándole monedas de oro para que compre la casa y se las venda a personas que tengan una niña, al vivir la familia en esa casa Lalith entre la obscuridad canta una canción jugando con las niñas en el jardín en donde se encuentra enterrado su cuerpo, las niñas ríen jugando con ella, mientras en su cama Lalith les absorbe su aliento de vida, y a la tercer noche hace el ritual de sangre en donde las niñas se convierten en sus muñecas desapareciendo para siempre de sus padres, muriendo la madre en el ático y el padre en un accidente automovilístico. A ese lugar llega Bryan y su esposa Arely con sus dos gemelas Carón, Careen y su hermana Mitzi, emocionados por el buen precio que tiene su casa, sin saber que al vivir ahí en la tercera noche perderían a sus hijas para siempre, siendo ellas las muñecas de Lalith, jugando por una eternidad con ella en el jardín de las almas perdidas.