Las Palabras Que Se Mueven

Goar era un hombre de origen alemán (su madre era una de las alemanas que tuvo relaciones con los aliados en la 2ª Guerra Mundial a cambio de dinero o de una chocolatina). Era un ingeniero industrial, aunque también había estudiado la carrera de psicología. Era un hombre de notable éxito profesional. Creó una empresa de ingeniería que fue seleccionada para la construcción del AVE a la Meca en Arabia Saudí. También era un hombre de notable éxito personal, muy seductor, al que le era muy...
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Goar era un hombre de origen alemán (su madre era una de las alemanas que tuvo relaciones con los aliados en la 2ª Guerra Mundial a cambio de dinero o de una chocolatina). Era un ingeniero industrial, aunque también había estudiado la carrera de psicología. Era un hombre de notable éxito profesional. Creó una empresa de ingeniería que fue seleccionada para la construcción del AVE a la Meca en Arabia Saudí. También era un hombre de notable éxito personal, muy seductor, al que le era muy fácil conquistar a las mujeres. No se comprometió jamás con ninguna. Salía con muchas a la vez. En una ocasión sedujo a la novia de un mafioso matón del Este, quien, para vengarse por haber seducido a su novia, le quemó la cara con ácido. Tras este grave incidente, Goar se encerró en su habitación ("ergástulo") en la casa familiar de una aldea de Asturias durante cinco años. Su rostro era una de sus tarjetas de visita. Uno de sus más importantes recursos. Era un hombre que daba mucha importancia a la imagen. En el tiempo de encierro leyó mucha filosofía y decidió utilizar su título de psicólogo para atender pacientes, utilizando con ellos sus habilidades de comunicación y de seducción. Era un psicólogo muy peculiar.