Llevando la Cruz

Este tercer volumen del libro cubre la solución política de John para los sistemas de justicia penal y las prisiones, así como una serie de otros problemas como la escasez de agua potable, y cubre la vida en prisión a través de la entrevista psicológica favorable de John para llegar a un centro de rehabilitación (CET). El texto es bastante libertario y evangélico en algunos puntos. Como los dos primeros volúmenes, se lee como ficción pero no es ficción. En las cárceles chilenas, como...
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Este tercer volumen del libro cubre la solución política de John para los sistemas de justicia penal y las prisiones, así como una serie de otros problemas como la escasez de agua potable, y cubre la vida en prisión a través de la entrevista psicológica favorable de John para llegar a un centro de rehabilitación (CET). El texto es bastante libertario y evangélico en algunos puntos. Como los dos primeros volúmenes, se lee como ficción pero no es ficción. En las cárceles chilenas, como en el infierno, nunca se tiene un buen día. Los inexpertos difícilmente pueden imaginar el trato cruel, irreflexivo, descuidado e incluso bárbaro de los prisioneros en un país "desarrollado" miembro de la OCDE. Se cuentan las terribles experiencias de un inmigrante nacido en Estados Unidos (y ciudadano italiano) en Chile que fue encarcelado injustamente por dos rebotes por jueces de izquierda, empujado e impulsado por unos medios de comunicación nacionales abrumadoramente virulentos. La vida cotidiana en los meses intermedios de su segundo año de reclusión en la penitenciaría de Valparaíso se describe con detalles vívidos y atroces. El lector podrá imaginarse viviendo en las deplorables y denigrantes circunstancias que sufren los presos chilenos, mientras fiscales, abogados, peritos, psicólogos y jueces obtienen enormes ingresos. Se benefician de encarcelar tanto a los delincuentes como (en ocasiones) a personas en gran parte o completamente inocentes. Los gendarmes también se benefician a su manera única, tanto al pagar los contribuyentes los gastos de las cárceles donde trabajan como al proporcionar clandestinamente bienes prohibidos a los presos a precios exorbitantes. Los mayores perdedores en este negocio son los convictos desventurados y cuasi esclavizados. ¡Los detalles vívidos y reales de las peleas, la falta de atención médica, la mala alimentación, los compañeros degenerados y las condiciones de vida inhumanas hacen que sea un libro difícil de dejar!