Memorias de una Ciudad Extrana

A#65533;o mil. Los peores presagios de los m#65533;s funestos agoreros se hacen realidad. Los cielos se oscurecen, la tierra desgarra sus entra#65533;as y la vanidad de los hombres se resquebraja. Entre ominosos prodigios, el grano empieza a ser separado de la ciza#65533;a. Ha llegado la hora del rechinar de dientes y las hordas del Maligno campan a sus anchas por la tierra de los hombres. Las huestes celestiales apenas consiguen mantener a raya a demonios y condenados y una terrible...
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A#65533;o mil. Los peores presagios de los m#65533;s funestos agoreros se hacen realidad. Los cielos se oscurecen, la tierra desgarra sus entra#65533;as y la vanidad de los hombres se resquebraja. Entre ominosos prodigios, el grano empieza a ser separado de la ciza#65533;a. Ha llegado la hora del rechinar de dientes y las hordas del Maligno campan a sus anchas por la tierra de los hombres. Las huestes celestiales apenas consiguen mantener a raya a demonios y condenados y una terrible contienda estremece el orbe en llamas. Solo un milagro, o una maldici#65533;n, pueden evitar que el fin del mundo se complete.A#65533;os despu#65533;s, la Vieja Europa pugna por levantarse de sus cenizas. En torno a los m#65533;s tenaces l#65533;deres renacen feudos, reinos y monasterios, baluartes de esperanza que aguardan la segunda y definitiva llegada del Apocalipsis. Pero ya no est#65533;n enclavados en la tierra de los hombres. En el mundo, ahora m#65533;s que nunca un valle de l#65533;grimas, conviven demonios, abominaciones y gentes de bien en un terrible mosaico en el que la justicia se muestra esquiva y cruel. Y entre todos ellos brilla la terrible luz de Adraga, la bandera m#65533;s temida de las Huestes Negras, los m#65533;s devotos e implacables servidores del Dios Verdadero.A su llegada a la asediada ciudad de Nanpraga, una siniestra urdimbre se ir#65533; revelando como un hilo de Ariadna emponzo#65533;ado que la conducir#65533; a una encrucijada donde la fuerza del acero y la fe ciega no ser#65533;n armas suficientes.De la mano de Juan #65533;ngel Laguna Edroso nos llega una historia de confrontaciones #65533;picas ambientada en el siniestro escenario de un mundo desolado. En ella seguiremos los pasos de la bandera de Adraga en su deambular por la realidad que se esconde tras el D#65533;a del Sol Negro."Ya lo saben, si quieren vivir en los a#65533;os sucesivos al Apocalipsis del primer milenio, les sugiero que se calen la celada, monten sobre sus caballos y se asomen a esta novela de largo recorrido. "#65533;scar Bribi#65533;nAnika entre libros