Nunca Mas

Una historia tan real, como mi misma vida.Un acontecimiento marcó claramente mi vida, con sólo nueve años. Desde entonces, fui cambiando paulatinamente, hasta principiar mi adolescencia como un ser completamente diferente, que no quería reconocer esos nuevos cambios existentes en mi vida. Fueron mis padres quienes se encargaron de aconsejarme para continuar mi futuro, mas alentarme a seguir una lucha constante por la existencia. Por temor a lo que por mí era desconocido, y miedo a...
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Una historia tan real, como mi misma vida.Un acontecimiento marcó claramente mi vida, con sólo nueve años. Desde entonces, fui cambiando paulatinamente, hasta principiar mi adolescencia como un ser completamente diferente, que no quería reconocer esos nuevos cambios existentes en mi vida. Fueron mis padres quienes se encargaron de aconsejarme para continuar mi futuro, mas alentarme a seguir una lucha constante por la existencia. Por temor a lo que por mí era desconocido, y miedo a reconocer mi nueva existencia, delante de todos aquellos que me conocían, intentaba o fingía ser el mismo de siempre, logrando que a la vista de los demás, los pequeños problemas en la tensión ocular, el oído o el habla entre otros, pasaran desapercibidos. Afortunadamente, mi yo nunca me abandonó, y en los catorce años siguientes, en los cuales tenía que intercambiar mi residencia (entre Cambados, Vigo y Valencia), conseguí siempre salir adelante, con mayor o menor dificultad.Ya a los veinte y ocho años, una nueva crisis de salud, me privó de continuar la misma vida que llevaba. Una fuerza existente en mi interior, me pidió que fuese yo quien se encargase de tomar el relevo para tirar por las riendas, apoyándome en la ayuda que siempre me facilitó la sanidad pública.Hago, una mención a la catástrofe del Prestige, intentando hacer ver al lector una similitud con mis problemas de salud (por aquel entonces), y que se debía facilitar los medios para corregir estos errores, y que este clase de desgracias no se volviesen a repetir. Lamentablemente, volvió a ocurrir algo similar, en vez de un barco, con un tren. Nos olvidamos en muy poco tempo de las fatalidades de la historia; por favor que sea la última vez.Dos personas la leyeron en junio del 2013, antes de editarla, y que ocurriese esta barbaridad.