Pecados y Confesiones

PR#65533;LOGODicen algunos que, en el mundo occidental, la sensualidad y el placer fueron sentenciados a la llegada del catolicismo, pues se les proscribi#65533; a la categor#65533;a del pecado. Tuvieron entonces que vivir en las catacumbas del ser humano. Nadie puede negar que las siente, que se apasiona por el placer; pero, ante la mirada inquisidora de la sociedad, se oculta para satisfacer sus deseos.Bocaccio se da gusto dando cuenta de las travesuras, aventuras y liviandades, que...
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PR#65533;LOGODicen algunos que, en el mundo occidental, la sensualidad y el placer fueron sentenciados a la llegada del catolicismo, pues se les proscribi#65533; a la categor#65533;a del pecado. Tuvieron entonces que vivir en las catacumbas del ser humano. Nadie puede negar que las siente, que se apasiona por el placer; pero, ante la mirada inquisidora de la sociedad, se oculta para satisfacer sus deseos.Bocaccio se da gusto dando cuenta de las travesuras, aventuras y liviandades, que se permiten un grupo de j#65533;venes aislados en el campo, en tanto la ciudad est#65533; siendo diezmada por la peste bub#65533;nica. Siglos m#65533;s tarde, el Marqu#65533;s de Sade sacude conciencias y, ante las inconformidades de algunos, habla de lo que todo mundo piensa y a#65533;ora, pero pocos se atreven a referir.Sexo, sensualidad y erotismo, son las l#65533;neas conductoras que se dejan sentir en este libro. #65533;ngela Ceboll#65533;n Meza, con exquisita delicadeza de mujer, narra diversas aventuras con tal fuerza de palabra que atrapa nuestra mente y nos permite estar viendo, en la habitaci#65533;n contigua, a los amantes entreg#65533;ndose a sus artes. No obstante, no es el lenguaje vulgar el veh#65533;culo de presentaci#65533;n de los cuentos er#65533;ticos, sino que, con una fineza calculada en cada vocablo, nos parece estar mirando a trav#65533;s de un velo delgado, pero elegante, el reinado de Eros.Estas historias perturban, inspiran, animan, mueven, a que nuestros sentidos vuelvan a buscar el ejercicio de la sensualidad, sobre todo en este mundo tan burdo, tan simple, tan poco elegante. Las palabras de la autora van mostrando a sus personajes en r#65533;pidos trazos, para dejar luego paso a eso que el lector busca #65533;vido: la fusi#65533;n de las pieles, la sincronizaci#65533;n de corazones desbocados, el olor penetrante e inquietante de la pasi#65533;n arrebatada.Nuestra joven autora es fresca, elegante, due#65533;a de grandes recursos. Sus escenas son diversas, algunas con la discreta luz de la noche rom#65533;ntica; otras iluminadas a pleno rayo de sol, mostrando cada cent#65533;metro de piel y cada gota de sudor.Es cierto que hoy muchos asumen su sexualidad con toda libertad y ligereza, en particular los j#65533;venes. Empero sus actos son de arrebato, como llamarada ef#65533;mera. Bien valdr#65533;a la pena una iniciaci#65533;n a trav#65533;s de estas lecturas y permitirles desarrollar, como en el mundo pagano, el ejercicio de la sensualidad, con arte, con ternura, con ardor, con pasi#65533;n.Hombres y mujeres debieran sentir en estos tiempos m#65533;s libertad del ejercicio de su sensualidad y de su sexualidad, pero tratando de que cada momento fuera verdaderamente extraordinario. Cada encuentro debe ser un acontecimiento inolvidable, una erupci#65533;n volc#65533;nica, una honda sacudida de entra#65533;as. Imaginar e inventar, para dejarse llevar, sin mayores ambages, por los vientos er#65533;ticos y hacer de cada oportunidad una comprobaci#65533;n de la grandeza de la vida.Este libro puede ser una primera plataforma para que hombres y mujeres se inquieten por nuevas formas del ejercicio de la intimidad, haci#65533;ndose grandes conocedores de las artes amatorias, para seguir los pasos de Ovidio. Este volumen peque#65533;o puede ser c#65533;mplice de los primeros escarceos de la imaginaci#65533;n, al tiempo de ser una gran pieza literaria que enriquece la vasta producci#65533;n er#65533;tica.Este es erotismo con palabras de mujer.Que lo disfruten.David Chamorro Zarco